- El efecto rebote del fin de las restricciones alienta la contratación temporal en hostelería y turismo
- Bajan los contratos indefinidos
2 de junio de 2021- Luces y sombras al conocer los datos del paro de mayo, que registra la mayor bajada de personas desempleadas desde que hay registros. Una buena noticia que alivia la situación de casi 130.000 hogares, “pero que es un efecto rebote del fin de las medidas más restrictivas y de la vuelta del turismo y la hostelería”, analiza Joaquín Pérez, secretario general de USO.
El desempleo ha bajado en todos los sectores, incluyendo los parados de larga duración; pero, sin duda, el grueso se lo ha llevado Servicios: 93.327 personas menos en paro. “No podemos volver a pecar de apostar por un solo sector: en 2008 fue la construcción y ahora es el turismo el golpeado. La creación de empleo exprés no ofrece ninguna garantía de futuro”, advierte Pérez.
La cruz de esta desconocida bajada del desempleo “es la contratación indefinida. Ha bajado el paro, han subido los contratos totales y los temporales, pero, con respecto a abril, ha habido menos contratación indefinida, se ha reducido en casi un 5%“. Es como no haber aprendido nada de dos crisis tan duras: no se puede reconstruir sobre barro, sino sobre sólidos cimientos que reflejen un cambio productivo con vocación de futuro. Mejorar los números con empleo temporal o troceado no puede ser motivo de celebración por parte del Gobierno. Bajamos un grado de fiebre, pero seguimos con el empleo en pronóstico grave, tratando de paliar los síntomas. “Paliar no es curar”, aclara el secretario general de USO.
Pérez alerta además de las bolsas de pobreza y el peligro de exclusión social de ciertos grupos de población. Por ejemplo, las mujeres duplican a los hombres en el colectivo “sin empleo anterior”, que engloba tanto a quienes buscan su primer empleo como a los parados de larga duración, que han perdido su adscripción sectorial. “Especialmente dramática es la estadística de las paradas de larga duración mayores de 45 años, que suponen el grueso de este colectivo: cerca de 90.000 mujeres en riesgo de exclusión”.